(New York / Internet / Edición SPTR).- Está un paso adelante. El serbio Novak Djokovic, N° 1 del mundo, le ganó por abandono a su compatriota Janko Tipsarevic y se convirtió en el primer semifinalista masculino del US Open, el último Grand Slam del año. En tanto, el español Rafael Nadal, el escocés Andy Murray y los locales Andy Roddick y John Isner avanzaron a cuartos de final.
Djokovic, que esta temporada ya ganó nueve títulos, incluidos Wimbledon y el Abierto de Australia, se impuso a Tipsarevic (20° preclasificado) por 7-6 (7-2), 6-7 (3-7), 6-0, 3-0 y abandono por lesión.
Ahora Djokovic tiene una marca de 62 triunfos y sólo dos derrotas en 2011, en la que es su mejor temporada en el circuito profesional.
En semifinales, el rival del actual rey será Roger Federer (3°), quíntuple campeón del Abierto de Estados Unidos, quien batió a Tsonga (11°) por 6-4, 6-3 y 6-3. Así, el helvético se puso 5-3 sobre el galo y se desquitó luego de dos caídas seguidas ante el galo, en Wimbledon y Montreal en este año.
No tenía Federer un adversario nada cómodo. Como no podía ser de otra forma en esta accidentada semana del torneo, el partido sufrió el contratiempo de la lluvia, cuando se habían disputado sólo cinco games y el encuentro estuvo parado durante más de una hora, hasta que de nuevo pudo reanudarse con el marcador de 3-2 favorable a Federer y servicio para el suizo.
El parón le sentó bien al galo, que reinició el partido recuperando su servicio. El suizo ofreció una noche más un recital de golpes aunque en esta ocasión tuvo en frente a un peligroso rival, que trató de contrarrestar la exquisitez de Federer con su potente juego y con detalles de gran calidad técnica.
Tres errores no forzados de Tsonga al servicio terminaron de decantar la suerte del primer set. El guión del partido no varió mucho en su continuación. Tsonga tratando de imponer el ritmo con su potente derecha mientras que Federer buscaba mover al jugador galo para impedirle tomar la iniciativa.
De nuevo la mayor consistencia del pentacampeón del torneo neoyorquino en los puntos importantes inclinó la balanza del segundo set a su costado. Tsonga no disfrutaba de buenos porcentajes con su primer servicio, todo lo contrario que Federer, aunque el tercer parcial discurrió sin sobresaltos hasta que, en el siempre importante octavo juego, el ex rey notó que llegaba el momento de la verdad y apretó al francés que, pese a su resistencia, acabó cediendo el juego y a la postre el partido.
Federer ya le ganó este año a Djokovic, en semi de otro Grand Slam, en Roland Garros. El suizo tratará en Nueva York de mantener la máxima de los siete últimos años, en los que siempre ganó al menos un título de Grand Slam, ya que esta temporada está siendo la menos productiva para el tenista de Basilea, ya que únicamente obtuvo el torneo de Doha, con el que abrió la temporada.
En la zona baja del cuadro se completaron los octavos y ya están los cuatro jugadores que disputarán los cuartos de final. Ellos son Nadal (2°), defensor de la corona obtenida en 2010, Murray (4°), Roddick (21°), campeón de este certamen en 2003, e Isner (28°).
Nadal solventó con autoridad su compromiso de octavos tras superar al siempre incómodo jugador luxemburgués Gilles Muller, zurdo, ofensivo y muy buen sacador, por 7-6 (7-1), 6-1 y 6-2, tras poco más de dos horas de partido.
De esta forma, y con dos días de retraso, el vigente campeón del torneo pudo saldar de forma favorable su partido ante un rival que sólo le opuso resistencia en el primer set.
Con una predisposición muy distinta saltó a la cancha Nadal respecto a los quince minutos de partido que pudo disputar el miércoles y que le reportaron un 0-3 en contra para reanudar su partido ante el luxemburgués.
El tenista balear salió mucho más centrado y tras verse con un 4-1 en contra, consiguió primero igualar el partido y después llegar a la muerte súbita, tras desaprovechar dos bolas de ruptura en el undécimo juego.
Muller afrontó el partido con las ideas muy claras. Consciente de que debía meter presión a Nadal a la mínima ocasión, tanto con su golpe de derecha como con sus continuas subidas a la red, y de ser consistente con su potente servicio. Su táctica le sirvió hasta que se llegó al tie-break, porque una vez ahí el español le dio una mayor intensidad al juego y acabó con las esperanzas de su rival.
Tras ese igualado set, Nadal sacó lo mejor. Con un juego agresivo -acabó el partido con 33 golpes ganadores-, sin apenas cometer errores y con buenas sensaciones al servicio, fue desarbolando a un Muller sin argumentos.
Pese a que el luxemburgués es un gran sacador, ocupaba a este partido la segunda posición en el ránking de saques directos, el español consiguió quebrarle de forma consecutiva sus dos primeros servicios y colocarse con un 5-0 que dejaba vista para sentenciar el segundo parcial.
Muller trató de reaccionar con el tercer set y se puso con 2-0 y su servicio, pero de nuevo Nadal se enchufó y comenzó a dominar con autoridad a su rival, al que le infligió seis juegos de forma consecutiva para zanjar el partido.
En los cuartos de final, el segundo cabeza de serie se enfrentará al ídolo local Roddick, que derrotó al español David Ferrer (5°) en un accidentado partido, que sufrió tres suspensiones y se jugó en dos courts, por 6-3, 6-4, 3-6 y 6-3 tras dos horas y 39 minutos.
Este partido debía haberse disputado el martes pero fue suspendido a causa de la lluvia. El miércoles sólo se pudieron disputar 15 minutos y el jueves sufrió un nuevo retraso, al tener que suspenderse durante una hora y media por problemas en uno de los fondos de la pista Louis Armstrong, por lo que tuvo que trasladarse a la cancha 13, con capacidad para sólo 584 personas.
En el aspecto meramente deportivo, Roddick se tomó cumplida venganza del español, que lo derrotó hace casi dos meses en Texas, en tres sets, en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis, y exhibió un servicio demoledor que decantó el choque a su favor.
Por su parte, Murray acabó por la vía rápida su partido de octavos de final del Abierto de Estados Unidos ante la revelación del torneo, el jugador norteamericano Donald Young, al que superó en una hora y 58 minutos de juego por un marcador de 6-2, 6-3 y 6-3.
El cuarto cabeza de serie reanudó el partido, que debía de haberse jugado el martes y del que sólo se pudieron disputar 15 minutos en la jornada del miércoles, con un 1-2 en contra, pero el jugador británico salió dispuesto a finiquitar el choque por la vía rápida y encadenó cinco juegos consecutivos para cerrar el set inicial.
El sueño del zurdo Young, que provenía de la fase previa y que por primera vez llegaba tan lejos en el cuadro de un Grand Slam, se fue diluyendo a marchas forzadas ante el superior juego de Murray, que supo contrarrestar a la perfección la agresividad del zurdo norteamericano.
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