LONDRES -- Lo hizo Stan Wawrinka. El suizo cumplió su objetivo de dejar afuera de carrera a Andy Murray, al ganarle por 7-6 (4) y 6-4, y logró el último boleto en juego para el sábado en las Finales ATP de Londres. Así, se repite una de las semifinales del año pasado, ya que habrá choque puramente suizo contra Roger Federer. En tanto, a primera hora del viernes, Rafael Nadal confirmó su buen andar con un éxito ante David Ferrer por 6-7 (2), 6-3 y 6-4 y así cerró invicto el Grupo Ilie Nastase. ¿Le jugará el desgaste de más de dos horas y media de juego en su próximo cruce ante Novak Djokovic?
Sin dudas, por la presencia del local Murray, el escocés que liderará a Gran Bretaña la próxima semana en la final de la Copa Davis en Bélgica, el segundo partido del día fue el más esperado. Es que el Nº2 del mundo y Wawrinka (4º) se medían en busca del cuarto y último pasaje a semifinales en la cancha dura y bajo techo del O2 Arena londinense. Y hubo mucha emoción, quedando la alegría para el visitante y sus fans, que fueron minoría.
Con un ojo en la cita de Bruselas, sobre clay, la versión de Murray volvió a estar a tono de lo visto en general estos días en Londres. Wawrinka se mostró más agresivo e incisivo desde la base, en especial con su genial revés de una mano, que le dio mayores dividendos en el segundo set. En el primero, el británico dispuso de una chance de rotura en el tercer juego y lo levantó Wawrinka con un ace, para luego poder ganar su saque. Ese aviso alertó al suizo, que empezó a sentirse de a poco más cómodo y consiguió el buscado quiebre en el octavo.
Parecía cosa resuelta, pero no. El suizo sacó con ventaja de 5-3, pero cometió doble falta para quedar 30-40 y terminó cediendo su servicio. Minutos después puso todo nivelado el anfitrión, hasta que desembocaron en el tie break. Esa ventaja anímica no la aprovechó Murray, quien sí tuvo una primera gran mitad, para adelantarse por 4-2, con un saque más, hasta que empezó a fallar increíblemente. A la vez, tuvo algunos aciertos su rival producto de tomar ciertos riesgos y la primera manga quedó en manos de Wawrinka, quien se llevó cinco puntos al hilo, pasando de estar 2-4 a ganar 7-4.
El local sintió el golpe anímico, estuvo inestable y volvió a conseguir un quiebre Wawrinka en el comienzo y se puso enseguida 2-0. Más suelto y lanzado, el helvético ratificó su mejor momento y obtuvo un rompimiento clave en el séptimo para 5-2. Con su servicio estuvo dubitativo y no lo cerró, descontando Murray. En el segundo intento sí lo hizo, pero sufriendo, y mucho. Es que el suizo quedó 15-40, pero salió adelante con dos grandes derechas cruzadas que llevaron hacia atrás y pusieron muy a la defensiva al escocés. En el segundo match point le puso el moño, previa advertencia al local, que partió su raqueta contra el piso, enojado por su enésimo error no forzado.
Así, el suizo, que había tomado impulso con su éxito ante Ferrer, pudo darse otra alegría y consiguió pasar a semifinales de este evento por tercer año consecutivo, mientras que el escocés se despidió ante su gente y ahora sí debe pensar pura y exclusivamente en el gran objetivo anual, que es obtener por primera ocasión la tradicional Davis.
El historial ahora está con leve ventaja de Murray, de 8-7, tras el primer duelo personal sostenido desde 2013. Así, se aseguró la presencia de un suizo en la gran final del domingo, ya que Wawrinka buscará desquite de la excepcional semi de hace 12 meses contra Federer en Londres, cuando el primero no supo definirlo y el ex-Nº1 del mundo, ahora tercero en el ranking, se abrió camino a la definición.
Antes, no fue el escenario ideal para Rafael Nadal, quien ya tenía confirmado su duelo de semifinales del sábado ante Novak Djokovic. Luchó más de dos horas y media ante un aguerrido David Ferrer, aunque, es cierto, no tuvo desgaste emocional por estar todo definido y sumó confianza por su tercera victoria ante un Top 10 en la misma semana, algo que no lograba desde su título en Roland Garros 2014. Un cierre de temporada en alza.
En el inicio, un primer set irregular para Rafael Nadal. El español tuvo un comienzo estupendo, con agresividad y un doble quiebre. Un veloz 3-0 lo puso ante un panorama inmejorable. Pero Ferrer, con la espina de haber perdido sus primeros dos partidos, salió a flote, se recuperó y ganó los siguientes cuatro juegos de la mano de un ascenso en su juego y de un errático rival. Fiel a su estilo de luchador terrenal.
El exnúmero uno del mundo, no obstante, volvió a tener el set en sus manos al firmar un nuevo quiebre y ponerse 6-5 al frente. Y de nuevo el signo de interrogación: pasó a estar 0-40, después quedó con ventaja y finalmente cedió terreno ante la devolución de Ferrer. Con el ánimo en baja, Nadal siguió pisando en falso en el tiebreak y, tras el 7-2, perdió su primer set en Londres.
Lejos de guardar físico de cara a su partido del sábado ante Novak Djokovic, ya por las semifinales, Nadal no bajó la guardia y le puso pelea a su duelo. Consiguió solidez con el servicio, avisó con una oportunidad de quiebre en el 3-2 y terminó golpeando con el resto para ponerse 5-3 al control. El exnúmero uno del mundo no dejó pasar la chance y llevó la historia a un decisivo set.
Ya metido en la pelea, Nadal no quiso que todo el agotamiento físico sea en vano. Batalló durante más de diez minutos -con chance de break point- en el primer game del tercero, pero tuvo que mantenerse expectante hasta el 4-4. Ahí de nuevo oportunidades con su devolución. Y no falló. Quiebre, firmeza con el servicio y boleto a semifinales de manera invicta.
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