(Madrid / Internet / Edición Solo Para Ti Radio.Com).- El suizo Roger Federer y el checo Tomas Berdych, los dos que mejor han sabido amoldarse este año a las condiciones especiales del Masters 1000 de Madrid, lucharán por el título tras imponerse al serbio Janko Tipsarevic y al argentino Juan Martín del Potro, respectivamente.
En la batalla entre dos gigantes, -Delpo mide 1,98 metros y Berdych 1,96-, triunfó el servicio del checo que con 15 saques directos fue decisivo en ambos desempates, para ganar el encuentro en dos horas y 18 minutos.
Del Potro encajó mal la derrota, y no dio la mano al juez árbitro del encuentro. Mostraba así su disgusto con una de sus decisiones en el segundo desempate de la tarde, cuando tras salvar la primera bola de partido con un directo (6-6), en el siguiente punto su misil fue cantado malo.
El árbitro bajó a comprobar la marca y la dio por mala, ante la desesperación del argentino que observaba cerca de la red. Berdych ganó los dos siguientes apuntillando su victoria con un remate ganador.
Un tórrido calor aplastó a los dos jugadores que llevaban toda la semana sin ceder un set, aunque Delpo llevaba más ventaja pues ganó en Estoril la semana pasada sin ceder una manga también.
En el caso del checo, su servicio había sido clave en los partidos anteriores y se había plantado en la semifinal sin ceder uno solo de los 25 saques que le habían llevado en volandas hasta la penúltima ronda.
No obstante, Del Potro llegó a servir para ganar el primer set con 5-4 pero cuando lo mejor lo tenía, perdió su juego en blanco. A partir de ahí se iniciaron los gestos de desesperación del jugador de Tandil, que cada vez que fallaba un punto apartaba la tierra azul de su camino, culpándola, y miraba a su banquillo buscando el apoyo de su entrenador Franco Davín.
Berdych forzó luego el desempate y aprovechando la temporal fragilidad de Delpo se colocó con 4-1, cuando un espectador sufrió un desmayo en la parte alta de los graderíos. El juego estuvo interrumpido durante casi diez minutos, y aunque el checo sumó un punto más en la reanudación, Juan Martin logró igualar 5-5, pero perdió los dos puntos siguientes.
Era el primer set que perdía Delpo en dos semanas, y los peores momentos para el de Tandil, que incluso cedió su saque en el inicio del segundo set, después de resbalarse en el fondo.
"!¿Cómo está la pista eh?¡", le gritaron desde la grada cuando se preparaba en un saque, "el año que viene, rosa", añadió el mismo espectador, frase que gustó a Delpo que rompió su silencio y aplaudió la ocurrencia aplaudiendo con su raqueta.
Todo parecía decidido cuando Berdych se colocó con 3-1, pero entonces resurgió el tenis del argentino que rompió en el quinto juego, niveló el parcial y forzó el desempate, donde una vez más Berdych fue superior.
Por su parte Federer, campeón en 2006 y 2009 y finalista en otras dos ediciones más, doblegó a Tipsarevic, verdugo del número uno del mundo, Novak Djokovic, por 6-2 y 6-3.
Será el decimoquinto quinto duelo entre el suizo y el checo. Federer ha ganado diez de los duelos contra Berdych, y también el último en la semifinales de París Bercy (pista dura) el pasado año, e incluso los dos que han mantenido sobre tierra en Hamburgo (2005) y Roland Garros (2006).
De triunfar el domingo Federer, además de recuperar el segundo puesto mundial y relegar a Rafael Nadal al tercero, empataría con el español en torneos Masters 1000 ganados, con 20.
Animado quizás por estos dos objetivos, el suizo accedió a la final por la vía rápida. Resolutivo, ganador en la red y con su esquema de juego perfectamente definido, siempre al ataque, se impuso en tan solo 86 minutos, para mantenerse invicto ante Tipsarevic en cinco partidos.
El serbio quiso llevar el encuentro hacía un intenso peloteo, como en los octavos del Abierto de Australia de hace cuatro años, cuando forzó al de Basilea al quinto set, definido por Federer por 10-8.
Pero la rapidez de la pista madrileña se acomoda perfectamente a las condiciones del ataque del suizo, que solo ha perdido una vez su saque esta semana, contra el canadiense Milos Raonic, y que no permitió que Janko entrase en calor, rompiéndole en tres ocasiones.
En esta semifinal el servicio de Federer se mantuvo casi sublime con ocho directos y un solo punto de rotura concedido. Aunque cometió tres dobles faltas, en ese arma se afianzó el suizo para desmoralizar a su rival cuando quería definir, para presionarle luego a continuación con contragolpes.
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